miércoles, 20 de marzo de 2013

Capítulo 26: Viaje a la cascada.

  Yendo hacia la cascada para variar hablamos e hicimos millones de estupideces y jugamos a las mil y un estupideces (nombre que le pusieron Luciano y Seba al juego) el juego consistía en quién decia más incoherencias o hacia más estúpideces.... Fácilmente ganaron los dos creadores del juego. Pero todos nos divertimos en el camino. Cuando atravesamos la parte más rocosa para llegar a la cascada yo estaba sentada al lado de Daniel y casualmente el termino aplastandome contra la ventana y quedando muy cerca por lo que mis queridas amigas comenzaron a toser, siempre tan disimuladas.
  Al llegar a la cascada sacamos todo de la camioneta armamos las carpas pusimos un fuego para ahuyentar a las bichos y sacamos la comida congelada; estábamos todos tan muertos de hambre en especial Camilo y yo por lo que tuvimos que pensar unas 20 veces el no poner la carne al fuego congelada sin parilla para que se fuera descongelando y al final tuvimos que alejarnos del fuego y la carne, o mejor dicho nos echaron.

   Esperando a que se descongelara decidimos ir a nadar un rato a la cascada. Nos cambiamos y nos fuimos a tirar lo más rápido posible, claro nos queríamos tirar pero a las mujeres nos terminaron tirando. Ya hace unas semanas habíamos ido y pusimos una soga de un árbol para abajo para balancearnos y tirarnos y por fin la pudimos estrenar todos. Comenzamos una competencia de los mejores trucos. Mientras Colo hacia un truco yo estaba sentada en una roca cerca de la cascada donde se acercó Daniel a hablarme.
- Me encanta esté lugar, y me encanta que me hayan invitado también hace mucho que no lo pasaba así de bien, y se nota que ya te relajaste - era cierto, no había pensado en ningún momento en los nombres y en nada en especial(excepto por la carne) más que en divertirme con mis amigos y en las estupideces que hacíamos y como ganarle a las estupideces de los demás.
-Que bueno que te diviertas, si yo también hace mucho que no me divertía así, hace mucho que no hacíamos esto, lo ibamos hacer en unas semanas pero me gustó hacer esta "previa" a ese viaje, me distraje y me gusta- le respondí, me despegue del truco de Colo y lo miré con una sonrisa en el rostro. Definitivamente era hermoso, y ese físico no ayudaba mucho que no lo mirara. Pero estaba muy alegre eso se le podía notar y esos ojos, se le veían como color miel por el juego de luz y agua.
Nos quedamos un rato hablando de distintas cosas, y nos dimos cuenta que teníamos mucho en común; para cuando nos dimos cuenta estaban todos fuera del agua mirándonos fijamente y con cara de pánico.
Cuando nos dimos cuenta yo atiné a darme vuelta, sentía que alguien me observaba fijamente por atrás y ciertamente así era; había una sombra negra de persona a unos cuantos metros mirádonos fijamente. Cuando le dije a Daniel el me agarró y salimos nadando hacia la orilla con el resto presas del pánico. Agarramos nuestras cosas y se podría decir que volamos de vuelta al campamento.

 Cuando ya nos hubieramos cansado y estábamos en el campamento volvieron a la tranquilidad, diría volvimos pero yo me sentía rara, no amenazada la sensación era todo lo contrario pero aún así me parecía demasiado raro como para estar "tranquila".
-¡AAAAAAAAAH!- se escucha a Camilo gritar - SÁCALA SÁCALA! AHORA !
-¿QUÉ PASO?- preguntamos todos al unísono corriendo a donde estaba sentado Camilo.
- Una lagatija sácala, sácala, sácala. AHORA.- dijo Camilo casi llorando, no lo evitamos y nos caímos al piso de la risa.
- No se rían ! Saquenla!!- repitió Camilo.
- Cuidado Camilo... ¡Te puede comer!- dije yo con todas las fuerzas que pude, ya que me empezaba a doler el estómago de la risa.
- JÁ JÁ. Dale, saquenme a este reptil.- cuando llego Mari y se la sacó de encima.
- No lo puedo creer, y yo era la que le tenía pánico a todo insecto y cosas así.... NENA!- dijo Mari dejando a la pequeña lagartija en un árbol.
 Definitivamente el ataque de pánico de Camilo me había relajado más y a todos nos hiso reír mucho, al punto que lloramos.

 Al fin la cena. Camilo ya estaba tranquilo por lo de la lagartija pero el y yo estábamos al lado de la parilla con cuchillo y tenedor ya en la mano. El resto se reía de nosotros y nos sacaron una foto diciendo "he aquí a los coyotes mirando al correcaminos."
- Mip mip- fue lo único que mi cerebro reaccionó a decir. Estaba concentrada en la comida.
Finalmente comimos. Mimientras cenabamos Luciano se las ingenió para hacerles varios trucos más a Camilo y a Mari con lo que respecta a insectos; hasta que recibió un gritó y un hermoso y sonoró cachetazo de Mari. Por lo que todos volvimos a reír.  Cuando terminamos de comer (porque se acabó la comida) comenzamos con los sandwiches de malvadisco y chocolate. Una dulce exquisites y delicia según Colo. Volví a tener esa sensación, alguien me miraba, pero no solo uno sentía que fueran dos ¿o tal vez tres? ahí ya me espanté un poco ya que nadie más lo sentía pero cuando me di vuelta no había absolutamente nadie ni nada. Decidí olvidarme y seguir relajándome con mis amigos. Siempre hemos sido un grupo tranquilo, relajado con los consumos pero mis amigos pensaron que como últimamente estaba muy estresada y pensativa emborracharme no sería mala idea. No lo lograron, pero se emboracharrón a si mismos. Y tipo 5am nos fuimos todos a dormir agotados.


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