jueves, 26 de diciembre de 2013

Capítulo 27: Segundo día en la cascada.

  Nos despertamos a la mañana temprano, agredeciendo a los malditos pajaros que sirvieron como despertadores... Todos excepto yo estaban con resaca lo que a mi, por muy malo que suene, ya me estaba alegrando el día. Los sueños de esa noche me habían dejado perturbada, y al despertarme no fue distinto ya que quien dormía a mi lado era Daniel, al notarlo abrí los ojos como platos, pero me ahorré el grito, aun así lo desperté; cuando despertó se veía aun más bello que durmiendo, sus ojos habían tomado un color miel verdoso (era raro como le cambiaban de color los ojos, a mi también me pasaba pero dudo que como a él, y Daniel siempre le resaltaba el color, como a los ojos de bebes que brillan), y el osaba mirarme con sus grandes ojos inocentes, que descaro.
- Hola- me dijo sonriente.
- Hola Daniel, buenos días, ¿encañado tu también?-dije con una sonrisa.
- Un poco, se podría decir..-dijo riendo- aun no puedo creer que tu no hayas quedado peor que nosotros... - lo único que pude hacer a ese comentario fue un levantamiento de hombros.
 Salimos todos de la carpa a disfrutar el aire fresco, y ventilar la carpa con olor a alcohol y a gente (no se pueden imaginar lo asqueroso que es ese olor.).  Cuando salimos de la carpa lo primero que hicimos fue designarnos tareas, unos tenían que buscar más leña, otros ir prendiendo el fuego, otros bajar la comida de los árboles y otros lavar los trastos de ayer; gracias a dios a mi me tocó prender fuego sola. Desayunamos unos deliciosos huevos revueltos con jugo de naranja todo recién echo por Camilo, realmente le daba a eso de cocinar a la mañana, si lo hubiera echo Mari, Dani, o Dario todo se hubiera prendido fuego y hubieramos almorzado cortesa o unas ricas cenizas. Desayunamos todos tranquilos, estabamos muertos de hambres (aunque eso es casi siempre) y luego lavariamos, colgariamos el resto de la comida y después haríamos cualquier cosa un rato.
     Como actividad cualquier cosa escogimos agarrar la guitarra, trajes de baño e irnos a la cascada, uno pensaría que a la mañana haría frío... y un comino. Por un rato estuvo delicioso pero apenas dieron las 11:30 estabamos en el horno. Dejamos de lado la competencia de trucos para darle paso a la respirar bajo el agua y velocidad, las cosas se pusieron raras cuando Luciano y Seba se pusieron a intentar correr por encima del agua, y se tornaron aun más raras cuando discutían por quién lo había logrado y quién no, y cuando nos preguntaron simplemente nos hundimos bajo el agua. De repente me sentí observada de nuevo, no me gustaba nada la sensación, pero me estaba acostumbrando, pero esta vez sentí más cerca la sensación lo que hizo que se me pusieran los pelos de punta, en ese instante Camilo iba nadando y me preguntó que sucedía, que estaba muy pálida y los pelos de punta, yo respondía  que simplemente tenía un poco de frío y ahí fue cuando él puso los ojos en blanco.
- ¡Luci tiene frío! Corran terremoto, tsunami, ataque alien, todo! Luci tiene frío- dijo fingiendo voz de pánico.
-Muy divertido Camilo- dije haciendome la enojada y tirándole agua a la cara, mientras todos reían.

   Al atardecer decidimos salir del agua, nos habíamos llevado unos sandwiches que usamos como almuerzo antes así que no teníamos tanta hambre, por lo que no teníamos prisa, nos abrigamos y nos pusimos en un círculo a cantar junto con Colo que tocaba la guitarra, dejamos de hacerlo cuando Seba sugirió cantar "Cumbaya" en ese instante Colo paró la guitarra se paró y se fue seguida por nosotros evitando el berrinche de Seba. Lo que todo queríamos en ese minuto es que apareciera una lagartija en su cabeza. Cuando nos estabamos devolviendo al campamento volvió esa sensación espantosa, pero decidí dejarla pasar, pero solo porque parecía muy paranoica y porque Daniel venía a mi lado hablándome.
  Como cena decidimos comer papas fritas de bolsa, y hablo de las redondas, no teniamos ganas de cocinar ni de lavar hicimos el fuego esta vez le tocó a Dani y a Mari hacerlo y mandamos como castigo por sugerir Cumbaya a Seba a buscar leña acompañado por Dario para que no se sintiera solo, y por si aparecía una lagartija, al decir eso Seba solo supo sacar la lengua y ponerse como un tomate, lo que causó que a todos nos diera aún más risa su situación. Y fue definitivo el alivio de que lo acompañara Dario cuando Seba volvió gritando porque había visto una lagartija y Dario por atrás llorando de la risa de lo ridículo que se había visto.
- NO TE RÍAS. Yo agarré ese leño con una lagartija, te debió haber tocado a ti ese, lo hiciste apropósito.- Dijo Seba en autodefensa.
- Perdóname pero tú quisiste tomarlo, tú dijiste que eras el más fuerte, varoníl que tendría que llevar más leños- Dijo Darió aguantando la risa mientras imitaba la voz de Seba. Nosotros no supimos que más hacer que explotar de la risa hasta llorar. 

    La segunda noche fue una noche tranquila, especialmente para mí que no sentía que nadie me observaba, a excepción de mis amigas cuando hablaba con Daniel, y Daniel decidía ponerme entre sus brazos, cuando me tomó y me sentó en su regazo, porque Luciano había ocupado todo el espacio restanate con su persona. Y gracias a dios fue una noche tranquila, ya que la mañana siguiente no lo fue en absoluto.

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