miércoles, 21 de julio de 2010

Capitulo 3: El viaje.

En el avión iba escuchando mi Ipod y leyendo las cartas de mis amigos, mi mamá iba mirando hacia afuera por la ventana, por su cara se que pensando en cómo sería todo allá y si fue una buena idea irse y alejarse de sus vidas que eran ahí y de la gente que conocían.
Al aterrizar nos buscamos un taxi que nos llevara al hotel; al llegar al hotel mi mamá agarro rápidamente un diario para ver casa, trabajos y si por casualidad colegio. Yo al llegar a diferencia de ella decidí ir a mi habitación del hotel dejar mi valija sacar el notebook y ver mails, escuchar música, y hablar con mis amigos que había dejado atrás hace unas horas. Mi mamá ya que me vio con el notebook me pregunto si podía ver colegios que me gustaran y se paso un buen restaurante para ir a comer y conocer más la ciudad.
Arrendamos un auto y decidimos ir a un restaurante que encontramos por ahí, en el restaurante yo observaba más a la gente y la noche más que a las luces llamativas y al menú como debería haber estado haciendo. Cuando el camarero dijo: - ¿que desean?- no me costó averiguar de qué se trataba de alguien de mi edad, y lo comprobé cuando me di vuelta y vi a un joven no más grande de 14 años de pelo rubio-castaño ojos verdes con celestes y un poco más alto que yo; al verlo sentí algo dentro de mi algo que me hiso ponerme nerviosa y sentir mareo. Al ver que el me miraba fijamente a mí, no sé el porqué pero me miraba tan fijamente que sentía como si me clavara algo, al reaccionar baje la cara me puse el pelo tapándome un ojo y puse la vista en el menú, mi mamá tenía un risa escondida en su boca cuando la vi y me guiño uno ojo. Luego de ver el menú yo pedí una hamburguesa y un judo de frambuesa, mientras que mi mamá se pidió algo tan raro que se me hace difícil recordar el nombre pero lo único que me acuerdo que pidió mi mamá además de su comida fue el nombre del colegio en que iba James, el camarero, yo en ese momento me moría de vergüenza por dentro mientras que disimulaba poniendo me los audífonos del Ipod mirando para afuera. Ya en el auto mi mamá se echo a reír diciéndome que no podía haber actuado así después de todo el camarero, James, no estaba nada feo para mí, yo la interrumpí con un fuerte chillido diciendo: -MAMÁÁÁ!!- mientras que yo me volvía a poner los audífonos ella se seguía riendo y recordando el nombre del colegio: Wing school. Luego de unos días como aun eran vacaciones decidimos seguir visitando la ciudad e ir al colegio a registrarme.

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